sábado, 21 de octubre de 2017

película amable

Mientras Netflix y sus series llenan las horas de aquellos ávidos de otras existencias terrenales o no, los comunes como una que escribe, se conforman con las películas amables, o "las nórdicas", como las ha bautizado una amiga mía.
Las llama así porque son producidas por "países del norte" (Alemania, Noruega...). Su argumento es muy sensiblero y todo lo que envuelve la historia, material y emocional, es perfecto, hasta el malo.
Paisajes idílicos, protagonistas estupendos; cocinas con lo mejor de la huerta y del mar; niños educadísimos (del norte) y un guión muy naíf. Ya en los primeros cinco minutos sabes como va a terminar todo esto. Pero aún así, te tiras al sofá, arrebujada entre la manta para seguir "con interés" la película amable e introductoria de un dulce sueño de sobremesa.

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