Aventureros

Aventurero: el que busca aventuras.

En los tiempos que corren ser aventurero es lo más cool. No quisiera nadie estar al otro lado (aunque somos muchos) porque resta pedigrí a tu vida. Pero cuidado, que según la RAE, el aventurero nato dista mucho del sentido aventurero que estamos dando al mismo (leed su segunda acepción).

Como yo no busco aventuras, prefiero que ellas me encuentren o que surjan, no soy aventurera. Vaya. Pero tú, asiduo lector de este blog, estás dentro de mi grupo, porque seguro que si escuchas que las condiciones del tiempo son adversas bien por lluvias o por nieve u otras circunstancias, y tienes que desplazarte, sí o sí, intentas ir lo mejor equipado y preparado por si surge algún contratiempo. Incluso, como no eres aventurero y no tienes una necesidad imperiosa de salir, bien te quedas en casa o haces planes sin tener que desplazarte a otro lugar. Uff, que aburrida parece la vida del no aventurero. 

Hace unos días unos aventureros subieron al Angliru sin ropa adecuada, sabiendo que nevaba por la zona y las carreteras iban a estar complicadas o incluso cerradas. Mientras buscaban la aventura (y hacer la aventura a otros) el hijo de una amiga se encontró a la "diosa aventura" en su vuelta a casa después de pasar unos días con los abuelos. Toda la noche dentro del autobús en la AP-6, no pudiendo pasar porque varios coches estaban sin cadenas (buscando la aventura) y la carretera cubierta de nieve por la mala gestión de la concesionaria de la autopista (otra aventurera) en pleno temporal de nieve. El chaval no lo pasó mal: tenía agua, durmió un poco. El conductor repartió bolsas de frutos secos, galletas y protección civil junto con los militares estuvieron allí. Aunque son aventuras que prefieres no vivir, el muchacho podrá decir que estuvo allí, en primera persona. 

Vaya con los aventureros. O me equivoco, no son aventureros sino insensatos e imprudentes, por no utilizar calificativos más gruesos.

En cambio, los que se topan con la aventura, ¿cómo les podemos llamar?

Buenas aventuras y que os pillen con el mejor de los ánimos.

Y como dice el refrán: Año de nieves, año de bienes.