humor

Últimamente me aburren los programas de humor que hay en la radio o televisión. Cuando digo últimamente, creo que estoy hablando de meses, pero muchos meses. No me hacen gracia la mayoría de los "humoristas" que salen en dichos programas, tampoco son muchos, teniendo en cuenta que los que salen en la televisión son los mismos que aparecen en la radio.

A ver, ¿será que estoy perdiendo el humor? radicalmente no, es más, yo tengo muy buen humor, o eso creo, ¿entonces?

Me podéis decir...pues no veas los programas. Eso hago pero no quita que algún día "zapeando" alguno se cuele. Y como busco explicación a mi falta de humor ante la humorada pues me lo "trago", aunque cambie de canal al instante. Me cuesta más con la radio porque, aparte de ser secciones dentro de un programa, no tengo un mando a distancia a mano y aquí si que me lo tengo que tragar casi enterito.

Analizando que es lo que me pasa con estos programas, la relación que tengo con estos "humoristas" desde el otro lado de la pantalla o aparato (tengo que significar que alguno sí me hace gracia), he llegado a la conclusión que el aburrimiento se debe a varios factores: Primero, yo no tengo mucha afinidad con este tipo de programas, mi sentido del humor es diferente. No son auténticos; beben de lo que encuentran en la "red", llegando a ser zafio algunas veces. Segundo, algunos de los humoristas o personas que se mueven en estos programas me parecen que están sobrevalorados y tercero, la calidad televisiva y radiofónica actual es muy baja. Para encontrar programas de calidad hay que buscarlos y la mayoría no se encuentran en los medios de comunicación generalistas.

No quiero tampoco ser tremendista porque no es grave y además por suerte se puede encontrar la diversión en muchos otros escenarios; una película, un libro, unas cañas con los amigos, un blog, la familia, ...

Con esta entrada sólo quiero reivindicar un humor distinto al establecido y esperar que vuelvan programas "como los de antes".