Enigmática, alegórica y melancólica, así es Holocene, que toma su nombre de la actual era geológica en la que vivimos.
Esta obra es pura metáfora, hablando de lo insignificante que ha sido el paso del hombre en la existencia de este mundo. Una naturaleza de formas y volúmenes descomunales y grandiosos ante la pequeñez, vestida en la forma de un niño; maravillado ante lo que ve pero solo enfrentándose ante esa inmensidad. Muy representativo.
Holocene nos muestra lo pequeños que somos.
Todo un descubrimiento. Se merece un martes.
(Disfrutad de la canción y los paisajes islandeses)
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