lunes, 13 de octubre de 2014

oposición (I)

Leyendo a distintos "intelectuales" del panorama español hago esta reflexión:
Durante años, estos "intelectuales" a través de los micrófonos de la radio o televisión y también por medio de sus plumas animaban a los ciudadanos a: movilizarse, indignarse, poner el grito en el cielo... A decir basta ya a las tropelías de la clase política, sindicalista, miembros de la casa del Rey, empresarios, banqueros...Ellos, con su "argumentario" y "destreza" en el arte de la escritura, se ponían del lado de las clases más desfavorecidas ante la indignación que crecía en la sociedad española.
Claro, eso que tanto repetían y que tanto argumentaban ha pasado. Un grupo de gente se está organizando para cambiar las cosas porque piensan que otra forma de hacer política y de llevar un país es posible.
Pues ahora parece que no les gusta, están indignados y llaman a que los "populismos" (palabra que no aparece reflejada en la Real Academia Española) y la demagogia nos va a traer más crisis y más recesión.
¿Entonces? Si no me muevo mal pero si me muevo peor.
La única explicación que veo es que se vive muy bien en la "oposición". Esa oposición pasiva, de taberna, donde me quejo y me indigno pero no hago nada, llego a casa y todo sigue igual. Porque al fin y al cabo viven dentro de este "sistema", se retroalimentan entre ellos porque en la "oposición" también se vive muy bien. Su papel es ese, indignarse y ya, sólo indignarse pero, no movamos un dedo por cambiar porque se nos acaba el chiringuito. 
No nos engañemos, en la oposición se vive bien.

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