sábado, 8 de julio de 2017

be water my friend

Frase rescatada de la última entrevista que dio Bruce Lee a un programa de televisión canadiense, y que un anuncio de coches la popularizó.
En cuatro palabras, be water my friend, el maestro de las artes marciales definía su filosofía de vida: vacía tu mente, deja de tener forma. Adáptate y sé moldeable, como el agua que no tiene una forma fija, sino hay que construir cada uno la suya propia, dejarla crecer y ser como el agua.

Leonardo Torres Quevedo fue el inventor del transbordador. Todo aquel que visite Fuente Dé y suba al teleférico, se encontrará dentro de uno de sus inventos, entre otros. Este cántabro ingeniero de caminos se retiró, después de viajar por toda Europa tras licenciarse, al valle de Iguña de donde era originario, "para dedicarme a pensar en mis cosas". Y vaya que pensó. Sus estudios y ensayos sobre aeronáutica y automática fueron abundantes. Hay que resaltar el Transbordador del Niágara, el único del sistema concebido por Leonardo Torres Quevedo en Cantabria, en 1887, que continúa en funcionamiento hoy en día, después de más de cien años, durante los cuales no ha sufrido ningún accidente.

En la ciudad donde resido, la oposición ahora en el gobierno (han tenido tiempo en pensar en sus cosas), ha resuelto que el agua hay que remunicipalizarla. Donde no había ningún problema y el servicio que se prestaba era bueno (gestión indirecta controlada por la Administración), han moldeado el vocabulario para anunciar en el ágora que gracias a ellos el agua volverá a manos del pueblo, privado injustamente durante veinte años, be water my friend.
Sin ningún estudio ni proyecto, y aunando las memorias realizadas por la empresa que gestionaba el servicio, se decidió por ideología remunicipalizarlo. La ley lo permite, pero ¿tiene sentido cuando funciona bien? el tiempo lo dirá.

Por de pronto, tiene guasa que se llenen la "copa" brindando con "agua pública" la remunicipalización (es decir, gestión directa del Ayuntamiento, con sus propios medios) y lo único que hacen es contratar "por lotes" (para que salga más barato) y con empresas privadas las diferentes prestaciones que lleva el abastecimiento y saneamiento del agua; pedir préstamos para arrancar la empresa municipal; sin olvidar la "partida de asistencia" de los "consejeros" a las distintas reuniones del Consejo de Administración. Eso sí que es adaptar el ciclo del agua, construyendo la suya propia, como decía Bruce Lee.

Tanto cambio nos cega y el agua que tiene el don de refrescar, a algunos les ha enturbiado sus ocurrencias, ya viejas después de veinte años, y ni eso, porque nunca hubo un proyecto.

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