los desayunos masocas

Soy un poco masoca porque desayuno muy temprano escuchando las noticias. Masoca no por desayunar muy temprano,  además soy de las que estoy tranquilamente quince o veinte minutos, sino por escuchar las noticias mientras disfruto de la primera comida del día.
Forman parte de mi desayuno, sin invitarles: el FMI, el BCE, el Financial Times, el Bundesbank, es decir, lo mejor de cada casa, y algún experto más que se me ha olvidado. Mientras desayuno el café con las tostadas y el zumo de naranja, aparece una sonrisa en mi boca pensando en lo maravilloso que es vivir, en que he vuelto a ver un nuevo amanecer (no es una canción de Nino Bravo) y en que voy a reencontrarme con los compañeros de trabajo, los amigos, la familia pero esto parece que a mis no-invitados no les hace mucha gracia. No les gusta ni una pizca que yo me despierte con buen humor y deciden pintar mi día azul de color negro sacando cifras y datos cada vez más demoledores de la economía:los bonos, los no bonos, las primas, el PIB, las pensiones, salarios... Hablando de lo mal que nos hemos portado y de lo mal que irá todo si no hacemos lo que ellos dicen: las recetas de nuestros salvadores.

Con el paso de los días y viendo que todo está tan mal, la protagonista de mi desayuno, que soy yo, empieza a pensar que si tan mal estamos y somos tan malos porque tienen tanto interés en rescatarnos????. No sé, a mi me "late" (como diría un mejicano) que alguien quiere ganar muchísimo a cuenta de todos.

Este gran teatro cada día me está tocando más las narices y mi desayuno es sagrado. Me podéis decir: "pues no pongas las noticias y ya está". Pero eso sería muy fácil y para comprender ciertas situaciones y escenarios a veces hay que escuchar, aunque sea por la mañana en el mejor momento del día. 
Gracias a estos momentos me doy cuenta del gran engaño que estamos viviendo actualmente. La gran estafa orquestada por los bancos y con la connivencia de los gobiernos.

Cuando termino de desayunar solo pienso una cosa:No quiero que me rescaten.