martes, 27 de enero de 2015

#MartesALoRockyBalboa

Tengo twitter. La creé con el único propósito de leer lo que se comenta por esta red y bueno, siempre hay gente del mundo de la cultura o de otras esferas que me interesa su opinión, sus columnas o las curiosidades que cuentan y a través de este medio es fácil.

Empecé siguiendo a un político, a un actor y a un economista. Con el paso de los días fui uniendo al trío a la NASA, el programa de La 2, Saber y Ganar, el CSIC, una universidad, un partido político en alza, algún cantante, más actores...la lista no es muy larga. A mi me siguen muy pocos, pero es muy normal; casi no escribo tweets y además, mi círculo cercano, desconocen la cuenta y yo no lo he dado mucho bombo.

Te alegras cuando alguien te marca como favorito un tweet tuyo o te responde con un gracias ante el comentario que tú le has dejado sobre su última columna de opinión. E incluso con un conocido físico he intercambiado un par de frases. Y aunque sabes que es por respeto y educación las respuestas a tus tweets, gusta.

Me siguen siete. Alguno me agregó ante alguna contestación mía a sus comentarios. Yo no suelo agregarlos a no ser que me interese bastante el twitter, como me pasó con "cifras y teclas" pero lo más sorprendente me ha pasado hace una semana, más o menos. Me sigue alguien que se dedica a la música. Yo creo que él por error o sin ser consciente ha marcado mi cuenta, pero me da la sensación que no sabe que me sigue. En cambio, yo me puse a bucear por la red para conocer más de él; me metí en su página web, vi su gira de conciertos: "¡qué pena!, no pasa por la ciudad donde vivo"...y después de mucho ver, os dejo una de sus canciones para los martes molones... y hoy, además, martes twittero.


Para mí ha sido todo un descubrimiento y grato. 
Al "asalto" de este martes, a lo Rocky Balboa!
Buen martes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario