hipo-cre-sía

Dice un amigo que todos somos un poco hipócritas, que la coherencia al 100% no existe. Vale, es verdad que es complicado ser totalmente coherente con los principios de uno, pues no tenemos el control de todo y vivimos en un mundo globalizado. Sólo tenemos que pensar en lo que compramos y preguntarnos de dónde viene el producto, quién lo ha producido y en qué condiciones se ha fabricado, seguro que algo de incoherencia hay ante lo que manifestamos en las conversacionessolucióndelmundo y lo que al final hacemos.

Pero admitiendo esta hipocresía, tampoco quiero que sea un argumento para no poder criticar las incoherencias e hipocresía de muchos políticos nuevos. ¿O es que todas las decisiones que tomamos en nuestro día a día, vienen de escenarios complejos o situaciones enquistadas o están dentro de un círculo cerrado? Me parece que no, hay elementos que están en nuestra mano, y allí se ve lo hipócrita que puede ser uno.

Esto quise explicarle al amigo, en que no redujéramos el debate en que todos éramos hipócritas y ya. A lo que él me contestó: 
¡Pero cómo no vamos a ser hipócritas, si decimos que los políticos tienen que hablar y tienen que llegar a acuerdos, y cuando nos preguntan a quién vamos a votar, los dos que pactaron van a sacar peor resultado!. ¿No somos hipócritas?

Pues eso.