Un año

Aquí también hubo cambio de gobierno en el Ayuntamiento. Qué alegría me llevé. Un soplo de aire fresco entraba en las instituciones. Con el paso de las semanas y los meses ese soplo se tornó en "jarro de agua fría de desencanto y decepción".

Sí, abrieron las puertas a los ciudadanos (siempre estuvieron abiertas pero tantas mayorías absolutas endiosan), nos enseñaron su agenda, contestaban por la redes sociales a todo vecino amable, te hacían partícipe de todo lo que acontecía en el Ayuntamiento, segundo a segundo. Pero esta ventana abierta al ciudadano tan impostada y teatral, donde quedaba retratado todo (sería interesante que expusieran todas las fotos, viene bien para la memoria histórica, y hacer lectura de alguna que pasó desapercibida), empezó a mosquearme. Después de cada fotografía, que quedaba. 
El año ha pasado y la ciudad sigue haciendo las mismas actividades que con el anterior gobierno. Algunas de estas actividades fueron duramente criticadas por los actuales Concejales cuando estaban en la oposición. Realizando el mismo calendario que en los años pasados. 
Tan poco ha cambiado la cosa que hasta siguen manteniendo los mismos sueldos. 
Pero ya nadie se acuerda del pleno municipal para decidir bajarse el sueldo. Patético y tal bajada no se produjo. Tampoco nadie se acuerda del bombardeo de fotos del cambio, pura propaganda. Ni del uso de las instituciones para sus intereses. 

Parece que ha habido poco cambio.

Bueno sí, he notado un cambio en todo este año. El de los vecinos, asociaciones y federaciones que veían mal todo lo que hacía el anterior gobierno. Haciendo lo mismo los "del cambio", no dicen nada. Ese sí que es el verdadero cambio, y no el del gobierno.