domingo, 17 de julio de 2016

no amigo

Hace tiempo leía en un blog sobre el enemigo. Un tiempo antes me hubiera sorprendido la entrada en el autor pero en ese momento que lo escribió, no. Y no por lo que dice, sino en lo que subyace dentro de su reflexión porque aunque acaba diciendo que en ciertos discursos y posturas se mira como enemigos a aquellos que buscan la paz saliendo de su país en la búsqueda de una mejor vida, y en eso estoy de acuerdo, su exposición hay que leerla con sumo cuidado. ¿Quién habla de enemigos, sin utilizar expresamente la palabra, continuamente en sus manifestaciones? los que intentan politizar el día a día, entre ellos los políticos.

Preguntémonos cuántos enemigos tenemos en nuestro día a día, en nuestro entorno, por donde nos movemos. ¿Cuántos nos salen? a mí ninguno (no creo que nadie llame enemigo a aquella persona que no le cae bien o que no tenga empatía)

No me sorprendió su entrada porque, con grandes trazos, aunque utilice a filósofos e intelectuales para su argumentario dando más empaque a su exposición y finalizando la misma hablando de que debería ser posible una relación con el otro en la que se permitiera y afirmara su otredad y alejarnos del pensamiento schmittiano "todo lo que es político se funda en la distinción entre amigo y enemigo" (reflexión del filósofo coreano Byung-Chul Han en la que puedo estar de acuerdo), anda en una ambigüedad pareciendo que se acerca al ciudadano, pero sus hechos y acciones son tan políticas como político que es, aunque sea a nivel local, llegando a acercarse en sus hechos a ese pensamiento schmittiano que tan alejado está en sus palabras escritas.

No nos olvidemos que es un animal político.

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