miércoles, 13 de febrero de 2013

el entierro de la sardina

Los Carnavales acaban con el entierro de la sardina. Un desfile donde se parodia un "cortejo fúnebre" y se acaba quemando alguna figura simbólica, generalmente una sardina. Pero, ¿cuál es el origen de esta ceremonia?

Para dar respuesta a esta muy interesante pregunta nos tenemos que remontar a los orígenes del Carnaval, es decir a Egipto según muchos historiadores. La fiesta consistía en bailes y cánticos en la que los participantes llevaban máscaras y disfraces como símbolo de la  "inexistencia de las clases sociales". Esta tradición llegó a la Grecia del siglo VI antes de Cristo pero con alguna transformación. Paseaban un barco con rueda (carrus navalis) por las calles mientras el público asistente bailaba todo tipo de danzas. La tradición pasó a los romanos pero también con modificaciones. El carro se dedicó a la diosa egipcia Isis, que propagaba el culto a los celtas y germanos.

Todas estas ceremonias tenían un punto en común. Estaban asociadas a fenómenos espirituales, astronómicos y ciclos naturales manifestándose a través de expresiones como la danza, cánticos, la sátira, las mascaras.
En una sociedad con tantas diferencias sociales, las fiestas suplían la necesidad de libertad para todos. Ricos y pobres se mezclaban durante el carnaval sin reconocerse bajo la tela del disfraz.

Este desenfreno y diversión sin medida, en un principio no fue bien visto por la Iglesia que consideraba el Carnaval demasiado permisivo a los deseos, placeres y emociones de la gente porque la celebración representaba el desorden pero aún así el Carnaval seguía y la Iglesia al ver que era imposible impedirlo acabó adoptando oficialmente la fiesta en el 590 d. C. apareciendo en el calendario.

De esta manera, después del placer se pasa a una época más recatada. Es a partir del primer miércoles después del carnaval, llamado miércoles de ceniza, cuando comienza la Cuaresma, un período donde debería de abstenerse de todo tipo de placeres como la carne, el sexo, la diversión en general.

Con el "entierro de la sardina" los sentimientos de liberación que surgen en la fiesta del Carnaval se hacen pasar por la hoguera. De este modo se arregla la situación y se vuelve al orden natural, donde se toma al fuego como símbolo de regeneración y liberación, invitando al pueblo a una reflexión colectiva, una llamada al orden.

Esta celebración es una manera de despedir el carnaval. Se pretendía enterrar todos los vicios para entrar en cuaresma, un período de austeridad y más tranquilidad.




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