miércoles, 21 de agosto de 2013

la sorpresa de verano

Estoy teniendo un verano muy divertido y entretenido, donde he visitado a amigas que siempre están presentes en mi pensamiento pero por la distancia y la agenda no tienes oportunidad de disfrutar de una buena conversación y risas. 
He podido ver a amigos de la infancia y hemos recordado viejos tiempos, como todos los años: las mismas anécdotas, las mismas historietas y que siga durante muchísimos años.
Las amigas que me "soportan" diariamente también me han soportado este verano: en una terraza, en un desayuno, de cañas y tapas, y de fines de semana.
Comidas con la familia, vermut casero y paseos con los sobrinos, momentos tranquilos y familiares.

Sí, ha habido algún día malo, pero no me acuerdo. Sólo tengo presente los buenos momentos que he vivido y lo que me he divertido.

Pero este verano he recibido una sorpresa. El pasado viernes, un amigo de la tropilla me hizo una visita. Se desvió un "pelín" de la ruta y vino a verme. Para mí fue toda una sorpresa: por inesperada, por espontánea, por natural y porque me alegró mucho verle. En definitiva, fue una grata sorpresa. Le enseñé mis "orígenes", (creo que le aburrí un poco con tanto monumento e historia, je), pero sin tener en cuenta esta sana percepción, disfrutamos de un buen paseo, conversaciones, copitas e incluso de unas pipas sentados en un banco frente al río. Me gustó mucho verle y compartir unas horas en su compañía. Él continuó su camino. No sé donde estará ahora pero estoy segura que está disfrutando del viaje, conociendo pueblos, ciudades, lugareños y pasándolo muy bien.

Una llamada, un mensaje, que cuenten contigo para una celebración, reunión o escapada siempre lo he agradecido y valoro mucho esos gestos. La sorpresa de este viernes, por todo lo dicho anteriormente fue tan bonita que creo que se merece un post en mi "humilde" blog. 

Y a vosotros, tropilla:
¿Cuál ha sido vuestra sorpresa de verano?

No hay comentarios:

Publicar un comentario