jueves, 1 de diciembre de 2011

CALLEJAndo por el monte - desafío extremo

¿¿¿¿Quién ha dicho qué tienes que ir al programa de Calleja para tener un "Desafío Extremo"???

Te coges un fin de semana, engañas a tres amigos, te inventas una ruta por la montaña y ya está!!!

Lo primero es confiar al personal, hacerles ver que la montaña no puede con ellos y si ellos con la montaña.  Por eso , el primer día haced algo ligero, una ruta con una dificultad media-baja y bien señalizada, con sus mojones. Y si tiene monumentos naturales impresionantes y espectaculares mejor. Así durante la travesía aprovecháis a hacer fotillos e incluso organizar un concurso. En el albergue para impresionar al personal preparas una cena bien copiosa y potente, por ejemplo revuelto de morcilla, para dormir "plácidamente".

Una vez que los amigos se han confiado de que "esto de la montaña" lo puede hacer  cualquiera, tienen "llenito" el estómago y han descansado "plácidamente", les llevas a la ruta "Desafío Extremo". Lo más importante en esta ruta es: "no tengo ni puta idea por donde se va pero me suena que es por allí".

Llevas a los ruteros confiados y felices, alguno con algún malestar por la morcilla, al punto de salida. Les vas mentalizando de que la ruta es un pelín más complicada que la del día anterior pero si se supera el primer escollo, una subida con una pendiente maja, lo demás está chupado. Los ruteros se dejan guiar por ti, supuestamente tú ya conoces el lugar, ya te lo has pateado, incluso por esa zona has practicado escalada. Subida, más subida...es lo que tiene la montaña. Sois superados por una familia pero no pasa nada, cada uno tiene su ritmo. Llegáis a la primera cumbre y tú como  líder les dices: "Bah, esto no es nada, lo difícil es escalar pero esta subida no es nada, ahora vamos a ir por allí".

En esa pequeña parada puedes dar una serie de clases dando nombres de los picos, alguna que otra anécdota para hacer más agradable la subida e incluso proponer comer algo para coger fuerzas.

Pero el desafío empieza en el momento en que te metes por un camino que no conoces pero tu sentido de la orientación te dice que vas bien. Cuando hablamos de "sentido de la orientación" nos referimos a confundir el norte con el sur y pensar que el sol sale por Finisterre y se mete por Oriente.

Allí te das cuenta de que ves el pico donde quieres ir pero no existe un camino, qué haces???  pues muy fácil vas campo a través, por un desfiladero...Ah, por cierto, la familia que se había cruzado antes no les ves por allí, rezas para que tus amigos - ruteros no se hayan percatado.

Aprovechas la bajada para jugar al parchís con las piedras que te encuentras por el camino: "mano derecha piedra pequeña, pie izquierdo piedra grande"....y así de fácil te buscas un desafío extremo y si todo sale bien hasta puedes proponerlo para que lo señalizen y crear tu propia ruta.

Claro, el desafío extremo no acaba hasta que no llegas al punto donde has dejado el coche. Es decir, tienes que atravesar de nuevo la montaña, pero cómo lo haces en un desafío - extremo??? volviendo sobre tus pasos!!!! noooo!!!! te metes por un monte, abriendo camino hasta que un lugareño te dice que te has perdido pero tú, con el buen sentido de orientación que tienes decides seguir tu intuición porque es tu desafío-extremo, los amigos-ruteros empiezan a sospechar que algo no va bien pero tú insistes en tu desafío-extremo...... hasta que llega un momento en que se toma una decisión y los tres amigos ya curtidos te mandan a ......

Es peligroso "callejar" porque al final provocas que lo que iba a ser un día tranquilo por la montaña se pueda convertir en un "no desafío-extremo".

La montaña es para disfrutarla, admirar los paisajes, pasar un buen rato entre la naturaleza pero si no se conoce el terreno no desafiarla porque hay altas probabilidades de que ella te gane la partida.

Notas de autor: Nos vemos en próximas rutas, me lo pasé muy bien!!!

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