inscripciones lapidarias

Pasear entre las tumbas me produce paz, por el silencio que existe; me produce afecto contemplar a alguna que otra mujer afanada en limpiar la lápida de un ser querido y reponiendo  las flores en una tarde fría y soleada de noviembre, siguiendo un ritual con una delicadeza y ternura mientras los recuerdos le empañan los ojos.
Los cementerios son un lugar que me provocan respeto, conciliación y tranquilidad. 

También caminar por el cementerio es un viaje por la historia del lugar: nombres grabados con sus apellidos, fechas de nacimientos, hijo de fulanito, padre o madre de menganito. Si era una persona respetable dentro de la comunidad por lo que hizo o debido a su oficio. Pero lo que más me gusta del paseo es leer las "últimas palabras de los muertos", sus epitafios.

El epitafio es un texto de despedida del muerto. Algunos se van al otro mundo, no  sin antes dejar la singular marca de su sentido del humor porque no me negareis que algunos son muy divertidos. 
Muchos atribuyen a Groucho Marx el famoso epitafio "perdonen que no me levante" (parece ser que lo pensó), pero si vais al Eden Memorial Park de los Ángeles en su lápida sólo aparece su nombre y apellidos, fecha de nacimiento y muerte y una estrella de David. En cambio pensó para su suegra el siguiente epitafio: "RIP, RIP, ¡HURRA!". Groucho era un genio.

Mirando por la red he encontrado epitafios, dignos de este blog, de personajes famosos. Y me atrevo a abrir una sección para el día de hoy, llamada: Genios y figuras hasta la sepultura. Os dejo con unos pocos epitafios que me han encantado, seguro que hay muchos más igual de ingeniosos.

"Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga" - Epitafio de Johann Sebastian Bach.
"Si no viví más, fue porque no me dio tiempo" - Epitafio del Marqués de Sade.
"Feo, fuerte y formal" - Epitafio de John Wayne
"Si queréis los mayores elogios, moríos" - Epitafio de Enrique Jardiel Poncela.
"Perdonen por mi polvo" - Epitafio de Dorothy Parker.
"Espero que Cristo cumpla su palabra" - Epitafio de Miguel Delibes.

Estas "gracias" son las últimas palabras de personas que supieron reírse de sí mismas y "burlarse un poco de la muerte". ¿Por qué no reírnos con ellos?.