lunes, 18 de noviembre de 2013

un cuento de noviembre

Foto realizada  y cedida por jcc

Siempre volvía al mismo sitio cuando necesitaba pensar y ordenar sus ideas. Conducía el coche blanco, herencia de su abuelo; asientos de cuero, cuatro marchas, tres puertas y una radio de onda media. 
Por delante tenía diez kilómetros por una carretera secundaria. Encendió la radio, en el dial se escucharon las primeras notas de la Campanera. Bajó la ventanilla, el viento gélido rozó sus mejillas. Respiró profundamente y empezó a tararear la canción. La carretera por la que había pasado tantas veces hoy se le hacía extraña. Una nube ensombreció el sol. Pisó el acelerador pero el coche no respondía a su impulso. Divisó la última curva. Los segundos se transformaron en minutos y los kilómetros en millas. La señal se iba acercando, cuando un ruido le despertó.
El timbre se oyó en todo la casa. Miró a su alrededor, se encontraba en la casa familiar del pueblo. Sus ojos se posaron en la foto que un día le regaló su abuelo: el camino que tantas veces había recorrido agarrada a su mano.

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