jueves, 4 de diciembre de 2014

Sinatra´s bar

Hacía días que no iba al bar donde suelo tomar el café-desconexión del trabajo. El bar es singular en muchas cosas; no tiene televisión, cosa que se agradece; te puedes tomar un café mientras escuchas el Concierto de Brandeburgo nº 2 en F Mayor de J.S. Bach; igual te encuentras con pinturas de mujeres desnudas en las paredes como con fotografías de motos "pop-art"; me gusta porque es tranquilo y no hay mucho bullicio. Suelo quedarme en la barra, pedir un descafeinado de máquina con leche, navegar por  internet o leer algún libro. La relación con los dueños del bar es cordial, alguna vez hemos intercambiado alguna palabra pero son distantes con el cliente, pareciendo algunas veces un poco bordes. Con uno de ellos sí que he filosofado un poco e incluso polemizado, todo con mucho respeto.

Cuando he entrado al bar, la música de Frank Sinatra acompañaba el ambiente. Después de disfrutar del café y ver que pasaba por twitter le he comentado al dueño, con el que suelo polemizar, si la música que había escogido para hoy era para desearnos una feliz "pre-Navidad". No sé a vosotros, pero escuchar a Frank Sinatra estos días es sinónimo de Navidad. Como siempre, nuestras posturas nunca coinciden aunque hay líneas en las que coincidimos. Los dos llegamos a la misma conclusión, que Frank Sinatra es atemporal, pero los grandes centros comerciales y las películas de hollywood habían abusado de su música en estas fechas convirtiéndolo "casi" en uno más de la familia. La conversación derivó en qué opinábamos de la Navidad, pero será tema de otro post
Durante la conversación sonó esta canción...mis pies empezaron a moverse al ritmo de la orquesta, entrándome ganas de bailar!


"Feliz Navidad" - se despidió el dueño del bar con voz socarrona. "Hasta pronto" le contesté tras una carcajada, llevándome el ritmo de "Sinatra" en el cuerpo.

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