Martes y trece. Se han juntado los dos. El martes, el día de la semana dedicado a Martes, el dios de la guerra, y el trece el número que se le otorga mala suerte desde la antigüedad: trece eran los comensales en la última cena, en la Cábala judía se enumeran 13 espíritus malignos, en el Apocalipsis el anticristo llega en el capítulo 13 y suma y sigue.
Pero desde este blog continuamos con nuestros martes molones, de alegría y diversión. ¿Qué es trece? pues vale, a mí el número tres me gusta y cuando lo acompaña el uno, más :)
Hace unos días fui a ver la nueva obra de Carlos Saura: Flamenco-India. En una de las partes en que se divide el espectáculo salían cuatro parejas bailando un pasodoble; lo más vistoso eran las mantillas de las mujeres porque, tengo que decir, que he visto mujeres y hombres en verbenas de pueblos bailando con más entusiasmo y salero, e incluso con más amor. No serán profesionales, pero como si lo fueran.
Este baile, en la primera mitad del sigo XVIII servía como conclusión de los entremeses y más adelante era utilizado como intermedio musical entre los actos de las comedias.
Me gustan los pasodobles y este martes nos vamos a "embarcar" en su ritmo, fuerza y empuje porque con paso firme este día, ni trece agoreros nos lo van a aguar.
Invito a todos los supersticiosos que dejen a un lado, un día y un número, y bailen estos "paso", por ser martes.
"dobles", por ser trece :)
Feliz "pasodoble" :)
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