leer da sueños

Paseando por el Llanes medieval, junto a su muralla, torres y casas vamos pisando versos de Celso Amieva. Pisé la primera letra y me puse a buscar la segunda como una chiguita. La tercera me encontró a mí, mientras que la cuarta se escondía en las escaleras. Así, letra a letra hasta completar el verso. De paso en paso, de verso en verso, José María Álvarez Posada (Celso Amieva como seudónimo) nos muestra su Llanes. Me gustó ver y leer esta buena idea de "grafitear" la villa, con composiciones de un poeta de la zona. 

También se puede ver en el Barrio de las Letras de Madrid. Vas paseando y leyendo en la calzada citas célebres de obras de grandes escritores españoles: Cervantes, Bécquer, Quevedo...

Este tipo de acciones, escribir en el pavimento o en las paredes, me gustan. Siempre y cuando respeten el entorno, el espacio, el lugar; y sean composiciones con gusto, animosas, amables, sin entrar a valorar, sin política.
El encuentro del caminante con el grafiti en una calle empedrada y estrecha; o amplia y luminosa; o en un cruce de calles es bonito, sorprendente e inesperado. Ahí te lo encuentras, sin avisar, frente a ti: lo lees en silencio, despacio, te saca una sonrisa. Los ojos se iluminan y la imaginación se pone en marcha. Es lo que a mí me provoca, no sé a vosotros.

En un viaje a Londres, caminando por la ribera del Támesis, al otro lado del Big Ben, nos cruzamos con la siguiente frase escrita en un papel y pegada a un árbol: "How was your day?" Me dijo mi amiga que era habitual encontrar este mensaje a última hora de la tarde. Un grafiti espontáneo, cercano y dialogante.

Nos gusta leerlos, pero ¿no os seduce escribirlos?