martes, 1 de noviembre de 2016

cementerio alegre

En la película-documental Hotel Dallas conocí el cementerio alegre, situado en la aldea rumana de Sapantza. Sorprende el colorido de sus lápidas, con un dibujo representando una escena de la vida de la persona fallecida, acompañado de un poema humorístico describiendo a la respectiva persona.

Es un cementerio inusual porque se aparta de la idea de la muerte como algo lúgubre. Se le relaciona con la cultura Dacia cuya filosofía se basaba en la inmortalidad del alma y tenían la creencia de que la muerte era un momento lleno de alegría y esperanza para una vida mejor.

Los orígenes del cementerio están vinculados al artista local Stan Ioan Patras que empezó en 1935 a esculpir las lápidas con su particular estilo, entre la viñeta satírica y las imágenes de santos. Se dedicó a esta tarea de tallar cruces durante cuatro décadas hasta su muerte en 1977, continúando sus discípulos con la tarea, en el taller-museo que era la casa del maestro, manteniendo el mismo estilo. Como no podía ser de otra forma, el fundador del cementerio alegre (cimitirul vesel en rumano) descansa en el mismo camposanto. Aquí su tumba:


El Cementerio Alegre debe su nombre a los colores vivos de las cabeceras en que se pintan ingenuamente las escenas que narran la biografía del difunto. Las frases son a veces líricas, a veces irónicas, pero siempre sinceras, como la siguiente: "Aquí yace mi mujer, fría como siempre".  
Cimitirul Vesel ha resultado ser una atmósfera humorística que demuestra que la muerte no tiene que ser percibida como algo tan fúnebre.

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