bici

Todos aprendemos de niños a andar en bicicleta y ¡qué cosas tiene la vida! puedes estar años sin cogerla pero es subirte encima de ella y todo sale rodado.
Me pregunto como siendo el medio de locomoción más limpio y con efectos tan saludables para nosotros, no hay más bicis en las ciudades.
Las respuestas son múltiples: porque la ciudad no está hecha para la bicicleta, o porque el clima no acompaña, o tal vez las incomodidades que tiene la bici, no todo va a ser bueno.

Quizás lo que marca que no haya tantas bicis en las ciudades es el estilo de vida: parece que vivimos con el tiempo justo, y encima, si el transporte público no se ajusta a nuestros horarios o es deficiente, preferimos utilizar el coche particular a la bicicleta, y eso que no estoy teniendo en cuenta las grandes distancias que puede haber entre el lugar de trabajo y el hogar. Otro handicap a mayores.

Es bueno concienciar al ciudadano en el uso de la bicicleta, por las grandes ventajas que ofrece tanto para el que la usa como para el medio ambiente.  La concienciación junto con la educación y la formación puede cambiar nuestro estilo de vida, con ayuda de ciudades más amigas de las dos ruedas y pedales.

Pero que este cambio sea natural, de uno mismo y no impuesto. Prohibir el uso del coche cuando no se dan alternativas no es la mejor manera de educar. Y tampoco hacer un uso de la bicicleta porque está de moda, ¡mola mucho ir en bici!

Convivir y utilizar los medios de transporte con buen criterio. Así ganamos todos.