lunes, 18 de abril de 2016

empleo del tiempo

Llevo todo el día pensando en una entrada que leí ayer. Trataba sobre el empleo del tiempo. El autor de la entrada empezaba hablando, para tratar de este tema, sobre un libro recopilatorio de escritos breves titulado Segundo diario mínimo de Umberto Eco. En uno de los escritos, Umberto Eco habla sobre el empleo del tiempo, cuantificando cada una de sus actividades durante un año. ¿Por qué esta cuantificación? porque no le tomaban en serio cuando, al invitarle a una conferencia, él declinaba la invitación aduciendo que no tenía tiempo. Es más, dice: "Evidentemente, nosotros los humanistas no estamos considerados profesionales serios, somos unos holgazanes".

El hecho de que lleve todo el día pensando en esta entrada no es debido a esta reflexión - pataleta de Umberto Eco. Seguro que en muchas de sus "cuantías" está el haber participado en reuniones, coloquios y conferencias que le dieron un cierto prestigio. Es más, creo que la pataleta es el hecho de no respetar su tiempo, más que el empleo del mismo. Pero me ha parecido muy ingenioso como ha hilado la premisa, nada ofensiva y el uso de las horas, minutos y segundos. Su vida, leyendo su cuantificación, la dedicó por y para el trabajo. Elección suya y creo que acabó contento, no todos los humanistas son referentes.  

Lo mismo le pasa al bloguero político de la entrada. Mirándose en el espejo del escritor humanista, cuantifica todas sus actividades como responsable público que es. Preguntando al final, en la extenuación temporal, si elegir entre dejar los plenos o fumar (vuelve a retomar el argumento de Umberto Eco, que decía que no tenía minutos el día, una vez cuantificadas todas las actividades, para fumarse un cigarrillo).

¡Qué injusto es el tiempo! hemos perdido a un humanista, pero también contradictorio  por el bombardeo continuo, en imágenes, noticias y tweets, de su empleo.

Contradicciones ¿del tiempo o de la política?

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