tragaderas

Esta mañana animaban a los oyentes, en la emisora que escucho, a comentar sobre los papeles de Panamá y la detención de Mario Conde. Qué si los noventa vuelve, decía alguno por Mario Conde y otro, cinéfilo, le comparaba con la película "Atraco a las tres", sonreí al recordar la película.

Entre los comentarios me "despertó" el de una mujer. Con voz cansada  criticaba las tragaderas  de la ciudadanía ante lo que pasaba. "Hala, a tragar, y ahora los curritos, a las siete de la mañana a trabajar", despidiéndose entre balbuceos y suspiros.

Qué fácil es responsabilizar a la ciudadanía de las tropelías de políticos sinvergüenzas, sin decencia ni moral. Parece que cuando depositas la confianza en alguien y te falla, la culpa es tuya por confiar en él. Ellos no tienen ninguna responsabilidad y encima si algunos ciudadanos les alivian esas culpas, total, son las "tragaderas" de algunos.

Yo no trago, es más, mantengo una actitud crítica en la vida. Crítica con todos, no sólo con los que no son de los míos, como aducen algunos. Porque tal vez, lo que no dijo esa mujer es que las tragaderas sean de los acólitos, que ven como su líder y compañía mienten, roban, son unos indencentes, y les justifican o utilizan el "y tú más". Eso sí que es tragar.

Con que ciudadanos del mundo, si el Alcalde de tu municipio te roba, la culpa es tuya por votarle; si el concejal o el diputado es un corrupto o tiene conductas indecentes, la culpa es tuya por confiar en ellos, y si votaste a aquél que te dijo que acabaría con los privilegios pero te mintió, la culpa es tuya por dejarte engañar. (nótese exageración y generalidad)

Claro que hay que exigirles decencia, honestidad y responsabilidad pero se exige con la crítica y no con sectarismos.  Que estamos en un momento de hartazgo y desencanto, sí, pero mientras el sistema no cambie, me niego a estar todo el día cabreada, enfadada, indignada porque no merece, y más viendo el comportamiento, actitudes y andares de los políticos.

Con que el argumento de tragaderas, a otro.